¿Qué es la contaminación atmosférica?
La contaminación atmosférica refiere a la presencia, en las distintas capas de aire que componen la atmósfera terrestre, de sustancias y formas de energía ajenas a su constitución natural y que pueden representar una fuente de riesgos, daños y molestias para la vida tal y como la conocemos.
Desde la Revolución Industrial el ser humano ha contribuido con la adulteración del contenido de la atmósfera de manera significativa, y a ello se atribuyen hoy numerosas consecuencias climáticas y de salud
Tipos de contaminación atmosférica
La contaminación de la atmósfera se da principalmente por la presencia de dos formas de contaminantes: los gaseosos y los sólidos en suspensión.
· Gaseosos. Se trata de sustancias simples o complejas en diversas concentraciones, que son liberadas a la atmósfera como vapores y gases livianos, como los liberados durante la combustión de materia orgánica fósil (gasolina, carbón, petróleo). Estos gases permanecen en la atmósfera y allí protagonizan reacciones químicas imprevisibles y descontroladas, dando origen a nieblas tóxicas, lluvias ácidas y otros fenómenos. Algunos ejemplos de estos gases son el monóxido de carbono, el CFC, los óxidos de nitrógeno.
· Sólidos en suspensión. Se trata de materiales sólidos poco afectados por la gravedad, que pueden permanecer en el aire, deteriorando su calidad y pudiendo ser respiradas junto con el aire. A veces son lo suficientemente oscuras y grandes como para verlas, en forma de humo. Ejemplos de ello son las cenizas volcánicas y los aerosoles.
Otra forma de clasificación de estas sustancias contaminantes de la atmósfera sería en naturales (aquellas provenientes de accidentes y efectos ambientales en los que no interviene el hombre, como volcanes o meteoritos) y artificiales (aquellos derivados de la acción directa o indirecta del ser humano).
Causas de la contaminación atmosférica
Las causas de la contaminación de la atmósfera son variadas, pero principalmente tienen que ver con:
· Las erupciones volcánicas, que arrojan ceniza y gases subterráneos al aire.
· La actividad industrial, cuyas reacciones químicas subproducen gases, tóxicos o no, que al no tener uso son liberados a la atmósfera.
· El uso de combustibles fósiles, como la gasolina y los derivados petroleros, para la obtención de energía eléctrica o la movilización vehicular.
· El uso de aerosoles con CFC, prohibidos desde hace décadas por su responsabilidad en la destrucción de la capa de ozono.
· Incendios forestales, que arrojan montones de dióxido de carbono y de humo al aire.
Consecuencias de la contaminación atmosférica
Las principales consecuencias del deterioro de la atmósfera son:
· Problemas respiratorios. A nivel local, el aire contaminado puede incidir sobre la salud de las personas y los animales al ser respirado, ya que contiene sustancias químicas cancerígenas, tóxicas o venenosas, cuyo efecto en el organismo puede ser letal e incluso prolongado.
· Lluvias acidas. Muchos elementos orgánicos reaccionan en la atmósfera con el vapor de agua y forman variantes de ácido o de mezclas corrosivas, que luego se precipitan a la tierra con la lluvia, en lo que normalmente se denominan lluvias.
· Contaminación del agua. La contaminación del aire y del agua se retroalimentan, ya que el agua al evaporarse puede llevar consigo diversas sustancias tóxicas que luego permanecen en la atmósfera.
· Destrucción de la capa de ozono. Muchos gases ascienden a las capas superiores de la atmósfera, en donde se halla la capa de ozono (O3) que nos protege del impacto directo de los rayos solares. Allí, reaccionan con este elemento y agujerean esta barrera protectora.
· Efecto invernadero. La acumulación de gases pesados en la atmósfera hace las veces de una barrera artificial que no deja huir el calor ambiental, concentrándolo y haciendo que aumente la temperatura del mundo.
Fuente: concepto
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